Un paso hacia la normalización.

El pasado miércoles, la Embajada de Estados Unidos en La Habana confirmó que se reanudará la concesión de visas de turismo multientrada por cinco años para los ciudadanos cubanos. Sin embargo, aquellos interesados en solicitar este tipo de visa deberán hacerlo en un tercer país, ya que, por el momento, la representación diplomática en Cuba no procesa ese tipo de visas. Esta medida representa un pequeño pero significativo avance en las relaciones entre ambos países, especialmente en el campo migratorio.

Visa a Cubanos

Antecedentes

Desde 2019, el procesamiento de visas de turismo para cubanos estaba suspendido, una decisión tomada por la administración del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras unos incidentes de salud de funcionarios estadounidenses en La Habana que nunca fueron aclarados. Actualmente, la Embajada solo tramita visas de no inmigrantes solicitadas de forma diplomática u oficial o para tratamientos médicos de emergencia.

Además, el 17 de agosto, el Departamento de Seguridad Nacional anunció la reapertura de una oficina de campo internacional en La Habana para realizar trámites que agilicen el proceso de decenas de miles de cubanos que quieren emigrar a Estados Unidos.

Pasos hacia la normalización

En enero de este año, la embajada de Estados Unidos en Cuba reanudó sus servicios consulares y la tramitación de ciertos tipos de visados tras una pausa de más de cinco años. El gobierno actual de Joe Biden reanudó, a mediados del año pasado, el programa de reunificación familiar para cubanos, permitiendo a familiares de cubanos con ciudadanía o residencia estadounidense entrar a ese país. Asimismo, a principios de 2023, anunció el programa de parole, un permiso humanitario especial que concede a los cubanos permiso para trabajar legalmente en Estados Unidos por dos años.

 

Estas medidas fueron anunciadas en respuesta al éxodo masivo de cubanos hacia otros países, especialmente Estados Unidos, en medio de la grave crisis económica que sufre la isla. Solo en 2022, más de 313,000 cubanos migraron de forma irregular a ese país, lo que supone alrededor del 3% de su población. Durante el presente año fiscal, que comenzó el pasado 1 de octubre, más de 6,800 cubanos han sido interceptados por los Guardacostas estadounidenses. Mientras tanto, unos 110,000 han cruzado la frontera sur de Estados Unidos durante los primeros nueve meses del presente año fiscal, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

Un futuro incierto

A pesar de estos avances, la situación sigue siendo incierta para muchos cubanos que desean emigrar a Estados Unidos. La necesidad de solicitar una visa de turismo en un tercer país impone una barrera adicional para aquellos que ya enfrentan dificultades económicas. Además, aunque se ha reanudado la tramitación de ciertos tipos de visas y se han implementado programas de reunificación familiar y permisos humanitarios, muchos cubanos siguen eligiendo la migración irregular como una forma de escapar de la crisis económica en su país natal.

Es fundamental que ambos gobiernos continúen trabajando juntos para facilitar el proceso de migración legal y segura para los cubanos. Esto no solo ayudará a aliviar la presión sobre los sistemas de inmigración de Estados Unidos, sino que también contribuirá a la seguridad y el bienestar de los cubanos que buscan una vida mejor.

La reanudación de la concesión de visas de turismo B-2 para los ciudadanos cubanos es un paso positivo hacia la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Aunque aún existen muchos desafíos por superar, es importante reconocer y aplaudir los esfuerzos realizados por ambas partes para facilitar el proceso de migración para los cubanos. Con suerte, este es solo el principio de un camino hacia una relación más estrecha y cooperativa entre ambos países.